Los alumnos
Ya sea el alumno que por primera vez pone su pie en un estribo, o aquel que es capaz de realizar una maravillosa pirueta al galope, todos y cada uno de ellos merecen mi respeto y dedicación en cada clase.
Ayudarlos siempre, animarlos constantemente, y exigirles en la medida de sus posibilidades son las reglas básicas de mis entrenamientos.
La confianza que todos los alumnos depositan en mi merece todo mi agradecimiento.